
Judá
De los cuatro hijos de Lía, Judá había sido elegido para una bendición especial, puesto que cada uno de sus hermanos mayores (Rubén, Simeón y Leví) habían pecado. Jacob bendijo a Judá con las palabras: "Judá, eres cachorro de león. [...] El cetro no se irá de Judá, ni de entre sus pies el báculo." (Gén. 49, 8-12). El "cachorro de león" es el símbolo de Judá. También la ciudad de Jerusalén, que tenía un significado especial para los descendientes de Judá. El rey David era miembro de esta tribu, y llevó el Arca de la Alianza al templo de Salomón, convirtiéndose así Jerusalén en ciudad santa.
La importancia de Judá también se simboliza con un par de manos que alzan la corona real: las manos se refieren a la bendición del mismo Judá y la posterior tradición de la bendición anual del rey a su pueblo. Judá se caracteriza por su liderazgo y su perseverancia. Hay que recordar que la función de un rey es la de atender el derecho del más pobre, el huérfano, la viuda, el necesitado. Por ende, se caracterizan por ser meticulosos, por su liderazgo, su humildad y su servicio.
Un caliz de vino y el color rojo sangre también representan a la tribu de Judá. "Él lavo sus prendas en vino, y sus vestiduras en la sangre de las uvas." (Gén. 49, 11). Su piedra es el granate rojo sangre
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Joya: Granate rojo sangre.
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Estandarte: Vino
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Simbolo: Caliz de vino, manos alzando la corona real, cetro y baculo.
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Animal: Cachorro de León
Porra:
¡DEJANDO HUELLA EN EL CAMINAR, JUDÁ, LÍDERES VALIENTES LUCHANDO HASTA EL FINAL!


